Si no tenían dinero para pintarse los pelos, cogían una barra de labios, la estrujaban y se coloreaban el pelo de rojo; si se llevaban los zapatos de charol y no podían comprarlos, compraban pintura de aceite y con los zapatos pintados se iban al Zalima. Cuando salían estaban ya https://titusadxqk.bloggerswise.com/44213479/details-fiction-and-camión-pluma-para-proyectos-en-benacazón